Como lo primero que te pones cada mañana y lo último que te quitas por la noche, la lencería es una parte importante de nuestro guardarropa.

El conjunto adecuado puede hacerte sentir más cómoda, segura y poderosa, entonces, ¿por qué a tantas de nosotras nos resulta tan estresante buscar lencería?

Encontrar un Calzoncillos Conjunto Sujetador parece algo sencillo, pero la realidad es que hay más opciones que nunca.

La clave para navegar en este mercado cada vez más complejo es identificar exactamente lo que quieres de tu lencería, ya sea comodidad, sujeción y sutileza o algo atrevido, que realce y destaque.

Formas de sujetador

Copa completa: de todas las opciones, un sujetador de copa completa te dará el contorno más suave debajo de tu ropa. Como sugiere el nombre, cubre la totalidad del pecho. La desventaja es que, como las copas son tan altas, se ven debajo de cualquier cosa que sea remotamente escotada.

Escotado: es todo lo contrario de un sujetador de copa completa, ya que se une en un escote en V bajo en el centro y deja el escote al descubierto. Emma recomienda esta forma para aquellas que tienen “hombros estrechos, pechos poco profundos o una caja torácica convexa”. A menudo viene con relleno adicional para darle más forma a los senos.

Demi: resuelve el problema de la visibilidad de la copa completa pero con más cobertura que un escote profundo, un sujetador demi queda bastante bajo, generalmente cubriendo casi el pezón. Los tirantes también están muy separados, por lo que hay menos riesgo de que sobresalgan de la parte superior. Si bien esto es genial si buscas realzar tu escote, significa que estás sacrificando algo de soporte.

Balconette: el nombre no se explica por sí solo, pero tiene mucho más sentido cuando imaginas tu pecho apoyado en un balcón. Eso es lo que hace este sujetador: con copas cortas y una parte superior horizontal, obliga a que tus senos se asienten de manera más uniforme y ligeramente más alto de lo habitual.

Estilos de sujetador

Con aros: cuando imaginas un sujetador promedio, probablemente tenga aros. Con un aro firme en la base del sujetador, ofrece un soporte constante para cualquier forma y tamaño de pecho. Pero como puede atestiguar cualquiera que haya usado un sujetador, estos pueden volverse incómodos con el uso prolongado. Si no necesitas el soporte adicional, tal vez pruebes otro estilo.

Bralette: generalmente no tienen aros, relleno ni copas, ofrecen una cobertura total y son más agradables estéticamente que la mayoría de los sujetadores. Algunos incluso se pueden usar como ropa exterior. El precio que pagas es menos soporte.

Camiseta: un sujetador de camiseta es una opción confiable, ya que se coloca sutilmente debajo incluso de las blusas más ajustadas (de ahí el nombre).

Push-up: un clásico potenciador de la confianza, un sujetador push-up levantará tus senos y los mantendrá más juntos para acentuar tu forma natural. Estos tienden a tener un corte bajo en el pecho para ayudar a enfatizar el escote, pero en realidad ofrecen una sorprendente cantidad de soporte. Si bien generalmente están diseñados para quienes tienen tamaños de copa más pequeños, funcionarán para casi cualquier persona.

Sin tirantes: en teoría, los sujetadores sin tirantes se ajustan exactamente como un sujetador normal, solo que sin los tirantes. El objetivo es brindarte la misma cantidad de soporte y, al mismo tiempo, ofrecerte más flexibilidad con tu vestuario. Sin embargo, es más fácil decirlo que hacerlo: sin tirantes, no puedes lograr el mismo efecto y las que tienen senos más grandes pueden descubrir que tienen que reajustar un sostén sin tirantes repetidamente durante el día.

Espalda cruzada: otro estilo de sostén diseñado para ocultarlo debajo de prendas incómodas. Los tirantes se entrecruzarán o convergerán entre los omóplatos. Algunas personas pueden preferir usar este estilo todo el tiempo, ya que en realidad redistribuye parte del peso de los senos hacia la espalda. Ofrece mucho soporte y, por lo general, es muy ajustable.

Para encontrar tu talla real, el primer paso es inclinarte hacia adelante mientras te pones el sostén y abrocharlo antes de ponerte de pie. “Esto te ayudará a acomodarte completamente en las copas”, explica.

Luego, debes deslizar los dedos por debajo para verificar la banda y los tirantes, y usar tu criterio para ver si está demasiado apretado o demasiado suelto. Después de asegurarte de que el centro esté plano, levanta los brazos y gira de un lado a otro para ver si se mantiene en su lugar.

Si pasa todas estas pruebas, es hora de comprobar que se ve bien. Katie recomienda que “antes de comprometerte con un sujetador, te lo pruebes debajo de una camiseta ajustada para asegurarte de que no tenga arrugas, frunces, bultos ni protuberancias”. También debes comprobarlo de lado, ya que “con el soporte adecuado, tus pechos deben quedar a medio camino entre tus hombros y codos”.

Recuerda que tu talla no será la misma en todas partes. No debes confiar demasiado en lo que dice la etiqueta: es posible que tengas que subir o bajar una talla de copa o de espalda en diferentes marcas y estilos.

“si necesitas bajar una talla de copa, sube una talla de banda inferior y viceversa”.

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